Toda nuestra Comunidad presume de tener una elevada cantidad y calidad de iglesias románicas, y es además uno de los focos románicos más sobresalientes de la Comunidad de Castilla y León.

Proponemos aquí una ruta para ver ejemplos de iglesias románicas, algunas de ellas expoliadas en su día y llevadas a sitios tan lejanos como Estados Unidos. Es el caso del ábside de la iglesia de San Martín, en Fuentidueña, que se encuentra hoy en Los Claustros, en el Museo Metropolitano de Nueva York; o diversas estancias del Monasterio de Santa María la Real, en Sacramenia, que fueron trasladadas hasta Miami.

A pesar de ello, nos ha llegado un legado monumental importantísimo, que exponemos en parte a continuación:

Iniciamos la ruta en Cozuelos, donde está la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, de la que destacamos su portada.

Desde Cozuelos nos vamos a Cobos de Fuentidueña, haciendo una breve parada en Torrecilla del Pinar para contemplar la ermita de la Virgen del Pinar, que vigila desde lo alto y en la más completa soledad el pueblo. Ya en Cobos, tenemos la iglesia de San Julián Mártir, de la que destacamos la soberbia portada, la decoración del altar y la pila bautismal.

Retrocedemos ahora hasta San Miguel de Bernuy, donde tanto en la ermita de la Virgen del Río como en la iglesia de San Miguel Arcángel vemos restos procedentes de las ermitas del río Duratón (las Ermitonas, los San Pedros y los San Martines), de origen románico.

Seguimos por la carretera que nos lleva a Aranda de Duero y nos desviamos para entrar en el pueblo de Castro de Fuentidueña, con la iglesia de la Inmaculada Concepción de María en lo alto.

A partir de aquí veremos el románico más puro. En Fuentesoto, al borde de la carretera que va a Pecharromán está la ermita de San Vicente, que conserva la cabecera románica y ha sido recientemente restaurada.

En Pecharromán, destacamos la colección de canecillos de nave y ábside con imágenes que insisten en la idea del pecado, de la iglesia de San Andrés.

Siguiendo la carretera que atraviesa el pueblo llegamos a Sacramenia. Aquí, escondida en el Coto de San Bernardo está la espectacular iglesia del Monasterio Cisterciense de Santa María la Real. En el año 1925 el claustro, la sala capitular y el refectorio del Monasterio fueron vendidos a Estados Unidos y montados cuarenta años después de forma muy desafortunada en Miami. También en este municipio, presidiendo el cerro bajo el que se asienta el pueblo, están las ruinas de la ermita de San Miguel. Ambos templos han sido declarados Bien de Interés Cultural (BIC).

Para acabar nuestro recorrido visitaremos la iglesia de Santa María Magdalena, en el Vivar de Fuentidueña, donde destacan los capiteles exteriores decorados con animales fantásticos, y finalmente Fuentidueña.

En Fuentidueña tenemos la iglesia de San Miguel (BIC), que no es solo uno de los mejores templos de la ruta, sino de toda la provincia y las ruinas de la iglesia de San Martín, también BIC, cuyo ábside fue vendido al Museo Metropolitano de Nueva York a cambio de unos frescos de San Baudelio de Berlanga, que hoy se encuentran en el Museo del Prado, y de la restauración de la iglesia de San Miguel.